jueves, 7 de marzo de 2019

REFLEXIÓN

EL HADA DEL JARDÍN

 

Alba se columpiaba en el hermoso jardín de su casa, cuando una vez más se le presentó el hada del jardín, como así le llamaba ella. Desde hacía días, el hada le visitaba siempre que ella jugaba en aquel hermoso paraje.

El hada observaba los juegos de la niña, sin embargo, en sus ojos había tristeza y no la alegría de otras veces.

Alba, que era una niña muy inteligente, en seguida se dio cuenta de la preocupación que cubría su rostro.

 

-¿qué te pasa, por qué estás triste?

-Tengo miedo.

-¿Las hadas también tienen miedo?

-A veces.

-Pues yo no tengo miedo… bueno, por las noches, si estuviera sola también tendría miedo, pero mis papás nunca me dejan sola.

-Como debe ser. Los papás siempre tienen que cuidar de sus hijos y protegerlos de todo mal.

-¿Por qué tienes miedo, hada? ¿Tú no tienes papás?

-No, yo no tengo papás. Yo solo observo a los niños y niñas de todo el mundo.

 

En ese momento, dos lágrimas se deslizaron por las mejillas del hada.

-¿Por qué lloras?

-Lloro por esas flores tan hermosas que embellecen este jardín. Por esas plantas, por esos árboles que nos dan sombra para protegernos del sol de verano, por esos campos, por esas montañas que rozan el cielo allá en el horizonte, por los ríos que carecen de agua cristalina, por el cambio climático… Lloro por la madre naturaleza y lloro por esos niños y niñas que vendrán después a un planeta enfermo, cuya destrucción ha sido obra de la humanidad.

Lloro por el futuro de esas criaturitas.

Por la pérdida de los valores que hacen que las personas sean respetadas, por ese amor que tendría que existir entre los humanos y que en muchos casos ya no se conoce.

Yo que observo el mundo, veo que ya nada importa, que todo se pierde… y eso me hace llorar de pena.

 

Piedad Martos Lorente

 

10 comentarios:

Piedad dijo...

El hada del jardín siente pena cuando observa la naturaleza, los cambios climáticos y la humanidad del mundo entero.
Encambio, yo disfruto cuando leo vuestros comentarios llenos de cariño y amistad, por los cuales os doy las gracias.

Os dejo un abrazo y mis mejores deseos.

Elda dijo...

Un bello cuento y con mucha verdad, porque llorar es lo que nos apetece cuando nos damos cuenta de como se va deteriorando todo, lo mismo en la naturaleza, que los valores humanos.
Un placer leerte Piedad, me ha gustado mucho tu cuento.
Un abrazo.

CHARO dijo...

Me uno a las lágrimas del hada por este pobre planeta nuestro que tan cruelmente lo estamos maltratando.Besicos

Manuela Fernández dijo...

Es para llorar, el hada y todos nosotros. Es increíble cómo los presidentes de los países no marcan las normas para remediar esto y cómo a nivel de cada uno de nosotros hay quien tampoco se comporta para paliar en lo posible esta devastación que entre todos estamos produciendo.
SAludos.

Bienaventurada dijo...

Que buen cuento, para crear conciencia!!, yo a veces me siento igual que el hada, con pena de ver tanta maldad en el mundo y que a nadie le importe, un abrazo.

Ernesto. dijo...

Tal vez la reflexión sea que... no hay tal reflexión que hacer! Por lo menos globalmente. Otra cosa es lo que cada quien haga a su medida en pos de ese "mundo maravilloso"...

Puedo ver lo mismo que tú y otros muchos, y puedo entender los porqués de muchas cosas, éstas incluidas, pero de ahí a que me deje afectar por ello, va un largo trecho.

Si ahora mismo..., iba a decir: "miras a tu alrededor", pero está claro que no :))))), verías que nada de eso que afecta al mundo está sucediendo ahora mismo en tu entorno más inmediato!

Puede que suceda allí, allá o acullá, pero, insisto, ahora mismo, donde te halles, nada de eso te afecta directamente.

Para que te "afectase", deberías crear una hipótesis en la que "lo que estuviese sucediendo en ella", sería terrible...

¿No hay hipótesis? ¡¡No hay "realidad" imaginada!!

Las personas, muchas, tienden a embarcarse en emociones y pensamientos que nada tienen que ver con la realidad en la que se hallan realmente.

¿Algo enrevesada la explicación?... Tal vez Piedad. Pero esto es lo que ha motivado tu "reflexión".

Fuerte abrazo.


Marina-Emer dijo...

Mi querida amiga .Perdona que no vine antes a felicitarte por las bellas poesías que me dedicas ,yo llevo unos días algo mal y ayer el médico aún me encontró alta de tensión, quizás pienso demasiado la vida...esta semana mi gran amiga Mari que era como una hermana para mi, se quedo viuda también, su marido epd, decía que su esposa era su MUSA....nuestra amiga Maribel que tu la conoces estuvo en el entierro también. Yo estaba en cama enferma y aun hoy no estoy muy bien. Cuídate querida Piedad sabes que no te olvido.
Recibe besos y abrazos

Marina Filgueira dijo...

¡Cierto muy cierto, tu bello mensaje, Piedad! Gracias. Te dejo un abrazo y mil bendiciones. SE FELIZ.

Kety dijo...


Hola Piedad, a ver si puedes mandarme tu correo, no lo encuentro y quiero enviarte algo.

Besos

Mari Carmen dijo...


Hola Piedad. Nunca está de más plantear la reflexión que nos haces con este cuento, digamos que creador de conciencia...Veo que en mi entorno, hay gente que recicla, se comporta y son trespetuosas, en general. También he visto en la playa objetos por la orilla de plásticos y no en el recipiente apropiado, también eso es una triste y lamentable realidad, y no digamos cómo van algunos ríos de contaminados con esos nefastos vertidos industriales. Esas industrias con pagar de vez en cuando una multa, (si acaso), siguen igual...no, tiene que recibir la sanción apropiada al daño que hace, es decir, una sanción justa y disuasoria, si hablamos de presidentes de Estados y multinacionales, eso ya es la repera...

Me encanta con la sensibilidad que haces tus escritos.

Te dejo un fuerte abrazo y unos besotes, preciosa.