LUCHANDO PARA PROGRESAR

Hoy te doy las gracias, Señor, por haberme levantado el ánimo cuando lo tenía decaído.

 

Cuando vine a casa de mi hermana en silla de ruedas casi sin hablar y sin mover la mano, la verdad es que lo tenía difícil.

Tenía a mi hermana, mi sobrina, las nietas de mi hermana y la mujer de mi sobrino, para mi otra sobrina más, aunque mi sobrino ya no está con nosotros, todas ellas pendientes de mí. Me levantaban, me lavaban, me vestían etcétera, etcétera. Pero yo, a pesar de todo no quería ser una carga para los demás, aunque es verdad que si viera sería mucho mejor. Así es que poco a poco he conseguido hacerme todo lo personar. Pero eso sí, he tenido que modificar alguna cosa.

Con la rehabilitación he podido hablar, andar y mover la mano. Intento comer alguna cosa, pero cuando me canso acudo a la izquierda, que ya la tengo enseñada.

Lo peor son las manualidades que no puedo hacerlas, pero eso no es necesario.

 

A lo primero de ir con la logopeda me decía que yo podría llevar el ordenador, cosa que lo veía muy mal… mal no, imposible porque como no veo necesito otras cosas. Pues se hace todo con el teclado… el ratón no lo necesito para nada y escribir con una mano sola imposible de lo imposible. -No puedo hacer lo que me pides. Necesito las dos manos para escribir porque con una sola no veo las letras y el lado derecho no lo puedo hacer-.

A los onde meses aproximadamente, cuando empezaba a mover la mano, quise probar el ordenador, con la consecuencia que se me había olvidado todo.

Tuve que pedir ayuda a un colega mío y lo he conseguido. Me falta mucho por hacer, pero he aprendido a escribir con una mano sola y cuando necesito la otra mano, con la izquierda me pongo el dedo encima de la tecla y ya está.

Si fuera un crío gritaría ¡chupi!

 

Aunque la vida te vista el camino de color negro,

aunque la vida te diga que tú no eres tú,

no escuches lo que dice

y prepárate en plenitud.

Afrenta la vida oscura

con diversos colores,

la vida es como un ramo

donde se mesclan las flores.

Algunas llevan espinas

que te hieren y producen dolor,

déjalas, no le hagas caso

y sigue tu corazón.

Sigue luchando

por aquello que más quieres,

que el que lucha siempre tiene

el premio que mereces.