LA SOLEDAD
Un alma sola
que tiene por compañía,
el silencio de las horas
y recuerdos de aquellos días…
Aquellos días felices
donde reinaba la juventud,
porque la vejez estaba lejos
y gozaba de buena salud.
Aquella alma, después de un tiempo
se asoma por la ventana
y mira los astros del cielo
que hacen la noche clara.
Y mirando al firmamento, suspira
mientras conversa con la luna,
que a través de la ventana
ilumina la alcoba oscura.
"Luna, lunita clara
que entras en mi aposento,
deja que te abrace sobre mi almohada
que eres lo único que tengo.
Tú vas acompañada
con estrellas y luceros,
yo, estoy sola en la cama
sin nadie que me diga: te quiero."
La soledad de la noche
crece con las horas,
su voz está callada
y se mueve en las sombras.
La envuelve con el miedo,
con temor y espanto,
con deseos imposibles
que la llevan al llanto.
Ay, soledad,
tú que haces la noche larga,
no seas pesimista
ni deprimas la mente de una humilde alma.
Tu silencio le asusta,
tu presencia le amarga,
por eso habla con la luna
y se refugia en la nada.
La soledad permanente
es enemiga de cualquier persona,
que no se adapta a ella
y se niega a vivir sola.
Piedad Martos Lorente
noviembre 2016
4 comentarios:
¿Eres un alma sola?
¿Te acompaña la soledad?
Para ti pues, son mis versos
si es que te gustan de verdad.
¡Gracias por leerme y dejar tu huella!
Abrazos.
Sufrí de soledad unos cuantos años y la verdad que se pasa mal aunque la tienes que aceptar y aprender a vivir con ella.Tus versos me llevaron a ese pasado:
Soledad amiga mía eres fiel en la mistad
cuando el mundo me abandona y la alegría se va
a mi lado permaneces, grande es tu lealtad...... Besicos
Un poema triste y realista al mismo tiempo. Muchas veces deseamos estar solos, nos cansamos de la gente, y necesitamos estar con nosotros mismos, mirar a nuestro interior y encontrar el camino. Pero cuando la soledad nos viene impuesta, cuesta adaptarse, y hay que asomarse a la ventana y hablar con la luna. Algo es algo.
Un abrazo, amiga.
Conchi
Hola Piedad, si la soledad es buscada por nosotros se lleva muy bien, en el caso contrario hay que estar dispuesta a hablar no solo con la luna sino hasta con el mismísimo diablo, se suele decir que la soledad es mala compañera de viaje.
Un beso
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