domingo, 20 de noviembre de 2016

HOMENAJE A ESA ALMA SOLA

LA SOLEDAD

 

Un alma sola

que tiene por compañía,

el silencio de las horas

y recuerdos de aquellos días…

Aquellos días felices

donde reinaba la juventud,

porque la vejez estaba lejos

y gozaba de buena salud.

 

Aquella alma, después de un tiempo

se asoma por la ventana

y mira los astros del cielo

que hacen la noche clara.

Y mirando al firmamento, suspira

mientras conversa con la luna,

que a través de la ventana

ilumina la alcoba oscura.

 

"Luna, lunita clara

que entras en mi aposento,

deja que te abrace sobre mi almohada

que eres lo único que tengo.

Tú vas acompañada

con estrellas y luceros,

yo, estoy sola en la cama

sin nadie que me diga: te quiero."

 

La soledad de la noche

crece con las horas,

su voz está callada

y se mueve en las sombras.

La envuelve con el miedo,

con temor y espanto,

con deseos imposibles

que la llevan al llanto.

 

Ay, soledad,

tú que haces la noche larga,

no seas pesimista

ni deprimas la mente de una humilde alma.

Tu silencio le asusta,

tu presencia le amarga,

por eso habla con la luna

y se refugia en la nada.

 

La soledad permanente

es enemiga de cualquier persona,

que no se adapta a ella

y se niega a vivir sola.

Piedad Martos Lorente

 

noviembre 2016

4 comentarios:

Piedad dijo...

¿Eres un alma sola?
¿Te acompaña la soledad?
Para ti pues, son mis versos
si es que te gustan de verdad.

¡Gracias por leerme y dejar tu huella!

Abrazos.

CHARO dijo...

Sufrí de soledad unos cuantos años y la verdad que se pasa mal aunque la tienes que aceptar y aprender a vivir con ella.Tus versos me llevaron a ese pasado:
Soledad amiga mía eres fiel en la mistad
cuando el mundo me abandona y la alegría se va
a mi lado permaneces, grande es tu lealtad...... Besicos

Conchi dijo...

Un poema triste y realista al mismo tiempo. Muchas veces deseamos estar solos, nos cansamos de la gente, y necesitamos estar con nosotros mismos, mirar a nuestro interior y encontrar el camino. Pero cuando la soledad nos viene impuesta, cuesta adaptarse, y hay que asomarse a la ventana y hablar con la luna. Algo es algo.

Un abrazo, amiga.
Conchi

Conchi dijo...

Hola Piedad, si la soledad es buscada por nosotros se lleva muy bien, en el caso contrario hay que estar dispuesta a hablar no solo con la luna sino hasta con el mismísimo diablo, se suele decir que la soledad es mala compañera de viaje.

Un beso