martes, 14 de octubre de 2014

ANSELMO EL PASTOR 6

LOS OJOS DE MIS SUEÑOS

 

 

Capítulo 6º

 

Don Francisco entró en su alcoba en la que Pilar, su esposa, se vestía para el desayuno y le explicó, con pocas palabras, lo que tenía pensado hacer.

-Francisco, no deberías ser tan severo con la niña. Solo la tenemos a ella y vas hacer que la perdamos.

-No nos conviene que nadie la vea y la reconozca, por eso la voy a mandar al Castillo, allí estará bien y yo más tranquilo. Además, está contenta y entusiasmada. No hay duda de que se siente feliz con su próximo enlace.

-Pero allí se puede cansar. Vivir en el Castillo es muy aburrido y más para una joven como ella. Sigo pensando que no teníamos que haber vuelto a estas tierras. En Las Tres Torres, lejos de aquí, vivíamos bien y tranquilos sin ese temor que ahora nos persigue a todas horas.

-Querida, los negocios son los negocios y hay que acudir a ellos cuando éstos te reclaman. Era preciso volver y ya ves que no nos ha ido tan mal, porque al comprometer a la niña con Emilio Granados, nuestra fortuna se duplicará.

-La fortuna de Emilio es suya y aunque nuestra hija se case con él poco provecho le vas a sacar tú.

-Bueno, eso no se sabe. Piensa que Alba tendrá hijos y Emilio es mayor y está enfermo, sin ningún heredero...

-Ay, Francisco, todavía no se ha casado y ya estás pensando en que se quede viuda.

-Es solo una posibilidad, no es que yo lo desee.

 

Pilar fue a ayudar a su hija a preparar su equipaje. Estaba sorprendida con la entereza y alegría con la que la muchacha recogía todas sus cosas.

 

-Alba, hija, ¿de verdad que te sientes feliz con irte al Castillo?

-¿Y qué otra cosa podría hacer? Si me negara a ello ¿tendríais la comprensión para concederme el gusto de quedarme en esta casa, de salir y pasear por el pueblo al que todavía no conozco, porque estoy presa en mi propio hogar? Solo me queda resignarme y esperar el momento de ser libre aunque para ello tenga que casarme con un hombre que bien podría ser mi padre, porque ni siquiera habéis tenido la osadía de contar primero conmigo. El egoísmo de querer más y más os ha llevado a obrar por vuestra cuenta sin pensar cuáles serían mis deseos, sabiendo que el sueño de una mujer joven, como yo, sería casarse con un hombre de su misma edad del que estuviese enamorada, y no de un viejo desconocido al que me habéis asignado.

 

Pilar escuchaba a la joven sin replicar palabra, sabiendo que lo que decía era pura verdad. El egoísmo de su marido le había llevado a una situación de convivencia insoportable que difícilmente podría mejorar.

 

-No pienses, hija, que yo estoy contenta con lo que está ocurriendo. Si por mi gusto hubiese sido, ahora estaríamos en nuestra casa de Las Tres Torres, pero los negocios de tu padre están por encima de todo.

-Los negocios no tienen la culpa de que no me dejéis salir.

-No, tienes razón. Es el miedo a que te pase algo. Aquí no conocemos a nadie y puede haber gente mala.

-Pero es que yo no he pedido salir sola, me puede acompañar Juanita o cualquiera de las criadas.

-Sí, claro, pero es que tu padre teme que ocurriera alguna desgracia. Se oyen tantas cosas...

 

Don Francisco, en su despacho, pulsó el timbre del servicio y al momento acudió Felipe, el criado de confianza que, pidiendo permiso, entró en la habitación.

-¿Me llamaba, señor?

-Sí, dile a Pedro que venga también, quiero hablar con los dos.

-Sí, señor, voy a avisarle.

Dos minutos más tarde, los dos criados escuchaban en pie frente a su amo las órdenes que éste le daba.

-Preparad un carruaje con dos caballos para subir al Castillo del Puntal. Mañana, a primera hora, saldréis hacia él llevando a mi hija junto a Juanita, y allí permaneceréis hasta que yo ordene otra cosa. Pongo en vuestras manos la custodia de Alba y recordad bien: si le ocurriera algo o ella intentara escapar de allí, cosa que no creo, daos por muertos porque este servidor se encargaría de ello.

-No tema, señor, la señorita estará bien protegida -contestaron los dos hombres a la vez.

7 comentarios:

Piedad dijo...

Hola a todos y a todas.

Poco a poco nos vamos metiendo en la historia de este pastor y sus sueños. A ver que le esperará a la joven en el castillo, jeje.

Saludos y que tengais buena semana.

Abrazos.

Beatriz dijo...

Que tremendo estar como presa en el castillo. Y horrible tener que casarse con quien ella no quiere. Interesante historia. Piedad escribes muy bien. Bunena semana

reser dijo...

Hola Piedad, hace días que no pasaba por tu rincón, he dado un vistazo a la historia del pastor y la verdad que me esta gustando mucho.
Vaya con el padre egoísta! Haber como se las arregla Alba para no ir al castillo y poder verse con Anselmo.
Espero la próxima entrega.
Abrazos, amiga
Roser

MARIA DEL CARMEN dijo...

Hola guapa!
Hoy soy más afortunada que ayer!!!
Tengo una nueva amiga maravillosa que se llama Piedad y que escribe como los ángeles.
Gracias Piedad , encantada de conocerte y aqui también me tienes para compartir sentimientos , amistad y lo que esté en mi mano aportar.
Toda mi admiración para ti.
Y si Piedad, como bien dices, hay que seguir luchando y sacarle el mayor provecho posible y de la mejor manera a la vida que nos ha tocado y esforzarnos por ser felices y hacer felices a los que nos quieren y rodean.
Un abrazo con cariño♥

rosa mis vivencias dijo...

Una vez más he disfrutado mucho con este nuevo capítulo.
Alba tiene mucha razón, parece que solo interese los negocios y, no la felicidad de una hija.

Espero el próximo capítulo, para disfrutar de tu relato.

Abrazos.
Rosa.

isam dijo...

Que historia, mas intrigante!! Como no tengo mucho tiempo, cuando me escapo a mi casa voy mirando lo que escribes.
Besos Isabel,

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Es una bonita historia, Piedad, estaré atento al discurrir de la vida de Alselmo.

Un abrazo.