domingo, 22 de julio de 2012

CARTA AL HIJO DESCONOCIDO

EL HIJO QUE NO VINO

 

 

¿Dónde estás, hijo?

Te esperé mucho tiempo,

pero nunca te vi

ni pude acariciar tu cuerpo.

Te busqué noche y día

para llevarte conmigo,

quise darte la vida

y enseñarte el mundo en el que vivo.

Quise oírte reír,

verte jugar con otros niños,

educarte con amor

y darte todo mi cariño.

Quise que conocieras

a la sabia Naturaleza,

el cielo y el mar

con toda su grandeza.

 

Al mundo quise traerte,

enseñarte los colores,

la tierra y la montaña

y el perfume de las flores.

Sí, quise tenerte conmigo

pero tú te negaste,

ahora me alegro por ello

aunque nunca pudiera abrazarte.

 

No quiero que veas

el mundo que te ofrecía,

destruido por los hombres

Con toda su sabiduría.

 

dañada está la Naturaleza,

la que nos hace vivir,

mientras los políticos,

a los débiles dejan morir.

Los alegres colores,

negros se van tornando,

y, el tacto de las flores

áspero ylacio.

 

Perdona, hijo mío

por alegrarme de tu ausencia,

pues vale más así

que vivir en esta indecencia.

Yo quería darte

un mundo de paz y felicidad,

ataviado con respeto,

amor y  solidaridad.

 

Así era mi deseo,

contrario a la realidad,

el gobierno va recortando

en enseñanza y sanidad.

Que en nada favorece

a enfermos y  estudiantes,

como si lo mencionado fuese

artículos poco importantes.

 

Siéntete afortunado

de no haber conocido,

a este corrupto mundo

en el que hubieses nacido.

Pero no pienses que la culpa es suya,

sino de sus gobernantes,

cosa que no entenderías

aunque los tuvieras delante.

 

Si alguna vez piensas venir,

hazlo con entereza

y puedas corregir

a los hombres que no tienen cabeza;

para que devuelvan al mundo

aquello que nos han robado,

respeten a los pobres

y sean considerados.

 

Sí, mi querido hijo,

hoy me siento apenada

porque nunca te tuve

y por ello, también afortunada...

 

 

Piedad Martos.

7 comentarios:

Piedad dijo...

Buenas tardes, amigas.
Qué hermoso sería poder ofrecer a los niños un mundo de paz y amor... Pero eso está muy lejos de conseguir porque primero son los intereses políticos, que no entiendo nada, pero sí sabemos que eso importa poco...

Antes, los padres intentaban dejar a los hijos alguna herencia aunque fuera poca cosa. Ahora, lo único que dejan para heredar son las ipotecas...

en fin, yo lo veo así, no sé vosotras... El caso es que entre unas cosas y otras estamos dejando un planeta que da pena...

Os dejo un fuerte abrazo junto a mi gratitud por el tiempo que me dedicais.

rosa mis vivencias dijo...

Piedad, el poema para tu nueva entrada me ha gustado mucho, tienes una capacidad increíble para escribir sobre cualquier tema.
A todos nos encantaría poder ofrecer a nuestros hijos, todo lo posible para que tengan una vida más estable y feliz, pero parece ser que nuestros políticos no lo ven así, ellos no están pasando por las las mismas necesidades que cualquier otra persona que se encuentre con una familia y sin trabajo.

No dejes de escribir nunca!!!

Un beso.
Rosa.

Conchi dijo...

Piedad, amiga, al leer tu poema he sentido más pena aún de la que ya sientía. Como tú muy bien has dicho lejos está el día de paz y felicidad para todos, y cuando decimos "todos" queremos decir TODOS, ¿verdad? No solo para los que se llenan las manos y los bolsillos y todo lo que pueden con el dinero y a los demás los dejan morir de hambre. Esto se veía en muchos países de esos que llamamos "del tercer mundo" pero ya nos está tocando a algunos del segundo y del primero. Somos los paises chicos, lo que, si viene bien los subimos y si no, los aplastamos como a los gusanos. Grecia, Italia, Portugal, España... ya estamos en el mismo lote. Países llenos de historia, de cultura, que fueron la cuna del saber hoy se arrastran mendigando. Ese es mi análisis. Y también que aún nos queda mucho por ver y ya no lo sentimos por nosotros sino por nuestros hijos y nietos... En fin, nunca perdamos la esperanza, eh??? Recuerda que antes no teníamos mas que un pedazo de pan y un poco de aceite, estábamos con unos zapatos todo el año y los mocos se nos caían y nos los limpíabamos con las mangas, pero éramos los niños más felices del mundo!!!
El dinero no da la felicidad, eso está comprobao, así que a esos, a los todo-poderosos-ricachones-se los comerá la miseria por dentro. Así revienten (no deseo que se mueran, sino que cambien su comportamiento, ya que el "reventar" tiene que doler mucho, jaja)

Un abrazo grande
Conchi

isam dijo...

Piedad cada dia me asombro mas de las cosas que escribes, yo como soy muy llorona siempre echo unas lagrimitas, pero me gusta mucho,

un beso

Isabel

Anónimo dijo...

Piedad cada vez quedo mas parada porque te salen los poemas como churros pero tu sigue que eso te da vida
un besoooooooooo

J. Teodoro P. G. dijo...

Hola Piedad ¿Qué tal va todo?
he leído tu poema que es el acta de la marcha de nuestra sociedad. Triste porque nos hace tomar conciencia de la realidad. Real porque su contenido, lamentablemente es lo que vemos cada día.
Saludos cordiales, amiga

J. Teodoro P. G. dijo...

Hola Piedad ¿Qué tal va todo?
he leído tu poema que es el acta de la marcha de nuestra sociedad. Triste porque nos hace tomar conciencia de la realidad. Real porque su contenido, lamentablemente es lo que vemos cada día.
Saludos cordiales, amiga