sábado, 26 de julio de 2008

ASÍ APRENDÍ EL MÉTODO BRAILLE.

En uno de sus comentario, Driada me dice que le gustaría leer mi experiencias y me anima a que siga escribiendo, pues bien, aquí estoy de nuevo con otra experiencia más, que aunque yo no veo nada especial en ella, a lo mejor a alguien le interesa leerla y qué se sabe, hasta le puede ayudar. Aunque repito, no hay nada de particular.
Voy a retroceder diez o doce años atrás, cuando aun trabajaba mi marido. Yo, que me considero una mujer activa con ganas de hacer cosas y afán de aprender, no podía dejar las manos quietas, pensaba siempre qué podía hacer una vez acabadas las lavores de la casa y cuidada mi madre enferma, pues el día se hace largo y aburrido si no tienes nada para entretenerte, ya que por otro lado, yo no salía sola a la calle (algo mal hecho, pero dada las circunstancias, los obtáculos y el tráfico reinante en las ciudades, no me daban opción a hacerlo, y por otro lado a mi marido tampoco le gustaba, ya que para salir me acompaña él con mucho gusto y orgulloso de llevarme de su brazo), así que me entretenía haciendo punto de media, jerseys y chaquetas para toda la familia, algo que no se me resistía a la hora de hacer el dibujo, porque eso sí, a mí me gustaba que llevara un dibujo bonito y diferente a los demás, eso mientra escuchaba música, la tele o la radio. Otras veces cuando era moda los maceteros de macramé, también hacía para todas mis amistades. Pero llegó el día que tuve que dejar de hacerlo porque me iba mal para las manos y espalda. Por otro lado iba empeorando de la vista cada vez más, por lo tanto, cada vez estaba más aburrida. La gente que me conocía me hablaba siempre del Braille, otros me decían que por qué no me afiliaba en la ONCE, pero eso era algo que nunca pasó por mi mente, ya que pensaba que a la ONCE iban para vender el cupón y eso era algo que yo no iba a hacer, emprimer lugar porque ya tenía suficiente trabajo en la casa con todo lo que ella conlleva y los cuidados que necesitaba mi madre, y por otra parte tampoco nos era necesario ya que mi marido trabajaba. Pero dada la necesidad que sentía por hacer algo, a finales de 2001 solicité la afiliación con el fin de aprender el método Braille que tanto me aconsejaban y yo no conocía de nada, ni siquiera lo había visto.
Cuando me entregaron el carné de afiliada, la persona que lo hizo, me informó de las ventajas y ayudas que podía solicitar para mi autonomía personal. Yo le comenté los motivos por los que había llegado allí, o sea, mi deseo de aprender a leer, pero esta persona que no tenía ni tiene dificultad de visión, solo se le ocurrió decirme “ufff, el método braille es muy difícil”. Yo me quedé helada y mis sueños junto con mis deseos se esfumaron por los aires. Además, yo estaba convencida que si ella me lo había dicho era verdad. Eso era para la gente joven y yo ya tenía 53 años, así que me olvidé de ello y durante unos meses ni siquiera me pasé por la agencia, ¿para qué iba a pasar? ni siquiera conocía a nadie, en ese intervalo de tiempo en que yo solicité la afiliación y me vino aprobada cambiaron al director, así que no tenía interés ninguno por volver, hasta que un buen día recibí una llamada telefónica de dicho director para pedirme que me pasara por el centro ya que quería conocerme. Aprovechando pues el momento, le hablé de mi pesar y de la decepción que me llevé al hablarme de la dificultad que encontraría para aprender aquello que tanto deseaba. Él me contestó que todo es difícil hasta que no se aprende, pero que podía ir practicando con el abecedario mientras se hacía el cursillo que estaba previsto hacer en breve, al cual podría asistir para mi aprendizaje. Así que empecé a practicar con el abecedario, el cual iba escrito en tinta y en braille. Primero tuve que aprenderme el orden del abecedario con la ayuda de mi marido, porque después de tantos años de no practicar se me había olvidado. Después me estudié las diez primeras letras, cuando ya supe la posición de los puntos de cada una de ellas (de la a, a la j) seguí con las diez siguientes (de la k a la t)
y después las restantes.
Siete días después me presenté en el despacho del director para pedirle el libro de aprendizaje, ya que el abecedario lo sabía de la a a la z.
Las primeras páginas de este libro lleva un texto de su autora. Cuando pasé las manos sobre el mismo, no encontré nada parecido a las letras que ya conocía. Pensé que aquello eran dibujitos, así que pasé de largo y empecé con el aprendizaje, o sea, a juntar las sílabas, baba, caca, cada, baca, etcétera. Y cuando llegué al final del libro, entonces supe que el Braille tiene su base, y que ésta son 6 puntos ordenados en dos filas como el 6 del dominó o dómino, y cada uno de ellos tiene un número. Los tres de la izquierda,1 2 3, los de la derecha 4 5 6 y cada letra se rige por esos números a la hora de escribir, pero yo supe eso cuando llegué a los signos de puntuación. Pues de esos 6 puntos sale toda la combinación de letras, números y puntuaciones.
El caso es que cuando llegó el día de hacer el cursillo, yo había leído ya tres novelas, y con esto no quiero decir que vuelo sino todo lo contrario, para leer voy muy despacito.
En el cursillo me enseñaron a escribir a máquina y con la pauta y el punzón. La pauta es una plantilla en la que se pone el papel y sobre el mismo una regleta con dos líneas de casillas vacías correspondientes cada una de ellas a un carácter, y cada casilla contiene los seis puntos, de los cuales se pican solo los que corresponde a cada letra. Hay que tener encuenta al picar los puntos que estos quedan por la parte superior del papel, eso quiere decir que se escribe del revés, o sea, de derechas a izquierdas. Se tiene que saber la numeración de los puntos a la hora de escribir y tener encuenta que estos invertidos, es decir, el 1 2 3 quedan a la derecha y 4 5 6 a la izquierda. Creo que os estoy liando un poco, el caso es que si te equivocas en un punto canvias la letra.
Para mí ha sido muy importante ya que con este sistema puedo ordenarme mis cosas, archivar documentos, números de teléfono etc, incluso los alimentos que guardo en el congelador le pongo la etiqueta.
Desde mediados del 2002 que aprendí a leer he leído cerca de 50 libros, ya he perdido la cuenta, y no es que sea un número muy excesivo pero para mí que nunca había leído sí lo es. Entre ellos se destacan:
Donde el corazón te lleve.
El manoscrito carmesí.
La puerta de la esperanza.
Hija de la fortuna.
Don Quijote de La Mancha.
Cómo ser mujer y no morir en el intento.
La muerte de la hierba.
La salvaje.
La doctora cole.
El año del diluvio.
La Catedral del mar.
El código Da Vinchi.
Y por último estoy con La sombra del viento.

Y aquí pondría punto y final a la experiencia del aprendizaje del Braille.

16 comentarios:

Sabela dijo...

Piedad eres extraordinaria, me encanta leerte, a mi me resulta muy difícil sólo con pensarlo. Creo que ya comenté que en el Instituto hubo un niño ciego, era de nacimiento, los de la ONCE antes de empezar el curso le vinieron a enseñar por dónde tenía que ir a todas las dependencias del centro, una vez empezado el curso los apuntes se le pasaban a braille, nos habían trado una impresora especial, fué todo un ejemplo el interés del alumno y los medios que puso la organización.
Acabo de leer la Sombra del viento, tengo que decir que pensé que era otra cosa, y tardé más tiempo en leerlo que otros, pues me liaba.
Abrazos.

alicia barajas dijo...

Hola Piedad: me ha gustado mucho leer esta experiencia que no he tenido... creo que es apasionante poder leer con las manos. Un abrazo: Alicia

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Hasta el final todo me lo he leido hasta el final Es estupendo lo que se logra cuando uno se lo propone, Y mucha tenacidaz tienes querida Piedad, Y dices que 50 libros no es nada , pues a lo mejor no es mucho pero hay quien no se los lee en su vida. La sombra del viento dices que estas leyendo ahora , es un libro fantástico yo lo lei hace algún verano Yo ahora estoy con "Un mundo sin fin", que es la continuación de "Los pilares de la tierra".
Gracias por escribir trocitos de tu vida, es muy interesante tu eso ya sabes que es lo que pienso. Espero que en otro momento nos cuentes algo más.
Un abrazo

Conchi dijo...

Piedad, a mí también me gusta leer tus relatos, y si se refieren a tu vida, a tus experiencias, pues más me gusta.
Me parece estupendo los avances que se están logrando para ayudar a las personas discapacitadas a poder desenvolverse de forma aoutónoma. El braile, ahora los programas informáticos, los teléfonos móviles, etc. Menos mal que existen. Todo no va a ser malo.
Gracias, amiga, por compartir con nosotros parte de tu vida.
Te deseo lo mejor. Un fuerte abrazo.
Conchi

Piedad dijo...

Gracias a vosotras por estar ahí, pues afortunadamente, hoy en día hay muchos adelantos para nuestra autonomía personal, no solo es el braille, sino los programas adaptados hablados que hay para todos los aparatos. Los móviles por ejemplo y tantos otros... en mi casa, a mí me habla casi todo, desde el reloj hasta la báscula de baño, por todo ello, yo puedo hacer una vida normal dentro de casa y eso que no dispongo de todo lo que hay para la vida diaria, no por nada, sino porque no me es necesario.
abrazos para todas.

Yeli dijo...

Piedad, sin duda hemos sido bendecidos en haberte conocido. Mi padre al cual perdí cuando niña era optómetra y mi madre todavía practica la profesión, por lo cual crecí en una familia que valoriza la visión. El primer banco de ojos de Puerto Rico lleva el nombre de mi padre.
Es maravilloso tu ejemplo de persistencia y tenacidad.
Dios bendiga tu vida con mucha salud para que sigas siendo canal de bendición a muchos mas.
Un abrazo
Yeli

Antía dijo...

Piedad, he llegado a ti a través de Sabela, y me alegro mucho de conocerte a través de tus escritos. Sin duda eres una mujer con una voluntad digna de imitar. Felicidades por tu página y me encantará leerte de ahora en más.
Un abrazo

Piedad dijo...

Yeli, gracias por tus lindas palabras, que Dios te vendiga. Un beso.

Carmucha, bienvenida a mi blog, espero verte por aquí, de aquí en adelante. Hace algún tiempo me pasé por el tuyo atrav´és de Sabela y quiero que sepas que me gustó mucho todos tus escritos, pero no te pude dejar mi comentario porque me pide unas letras que mi ordenador no me lee, eso me pasa en otros blogs también. si vuelves a pasar por aquí, te digo que ha sido un placer hacer el camino de Santiago contigo, me lo imaginaba tan real... que me parecía oír al anciano cantar como antiguamente lo hacían los campesinos, yo que he vivido toda mi infancia en el campo...
Un abrazo.

Mariaisabel dijo...

Mi querida amiga Piedad,
En primer lugar te doy la enhorabuena por el magnífico post que te ha ofrecido Sabela. Es un homanaje al cual me uno, te lo mereces por ser la mujer que eres: fuerte, valiente y emprendedora.
Que decir tengo de tu relato? Pues que me ha encantado conocer un poquito más de tu vida y ver como tuviste esa entereza e interés por aprender. Te admiro, Piedad!
En cuanto a los libros que has leído, pues yo también leo bastante. Ahora estoy con Los Pilares de la tierra. La sombra del viento la leí hace unos meses. También me regalaron "El niño del pijama a rayas", lo leí rapidito, pues es corto, pero me gustó.
Bien, Piedad, sigue escribiendo, ya ves que todas estamos encantadas con tus escritos.
Un abrazo muy grande

Kety dijo...

Hola Piedad, ante todo ¡¡ENHORABUENA!!
Eres un ejemplo a seguir. Todo lo que te iba a decir, ya te lo han dicho este grupo maravilloso de amigas, Por cierto, estoy encantada de haber tenido la suerte de contactar con un grupo tan estupendo.
Cuántas personas con vista, deberían copiar de tí.

Coincido con Sabela, La sombra del viento cuesta un poco hasta que te haces con la trama, pero si me gustó, con Carlos Ruiz Zafón, me pasa como con Saramago, de sus libros extraigo -no sé si se dice así-, muchas frases, algo que con otros autores no me ocurre.
Un abrazo

Conral dijo...

Piedad, vengo del blog de Sabela. Allí dejé un comentario y la mitad era para ti, jaja. Pero luego me he venido corriendo a tu blog para saludarte y decirte que la rosa que te ha regalado Sabela es preciosa. Está llena de belleza, como la que tú posees.
Un abrazo.

Piedad dijo...

María Isabel, Keti, Conral, a todas os digo lo mismo que a Sabela, no tengo palabras suficientes para agradeceros todos vuestros comentarios y este omenaje tan lindo que Sabela me ha hecho y que todas las demás lo continuais con esas palabras tan hermosas que me llegan al alma. Nunca pensé que encontraría tanto cariño detrás de la pantalla, aunque gracias a dios nunca me falta cariño, todo el mundo me quiere, pero yo no hago nada, solo soy como soy y nada más. De verdad que me siento afortunada. Un abrazo para todas de todo corazón.

AFRICA dijo...

Tu dices en tu entrada del día 14 “No importa el esfuerzo ni el sacrificio para lograr mi propósito, sino el empeño que se pone en ello.”

Yo creo que consigues todo lo que te propones porque te esfuerzas, te sacrificas y además pones empeño. Eres increíble, un ejemplo a seguir.


Mirando lo que has escrito me encontré con el problema de las pesas, he de confesar que tuve que mirar la solución.

He de agradecerle a Sabela que me haya traído hasta aquí

volveré a visitarte, un beso.

S .M.T dijo...

Qué lindo . me lancé a tu mar de palabras y floté con placer

un fuerte abrazo

Monik dijo...

el relato de una bonita experiencia, yo soy LIC. En Pedagogia Infantil, trabaje con estudiantes integrados al aula regular, debo destacar la gran inteligencia que estos niños tienen para interiorizar el codigo generador y el manejo de sus combinaciones en el abecedario Braille que no es facil ni siquiera para lso videntes, pero ellos tienen ganas de superacion y esa es su luz interior ese animo es su guia para salir de la oscuridad. a pesar de las dificultades al aprender la escritura braille se presenta mayor dificultad al leer pues la poscion de los codigos cambia de posicion, pero conun buen trabajo, pasiciencia y amor y sobre todo muchas ganas todo se puede lograr, este relato demuestra la fuerza del ser humano pese a su discapacidad. besitos espero un nuevo relato.

Olga dijo...

Hola Piedad, eres genial, tengo un hijo de 15 años que es ciego y me gustaria que le mandara tus cuentos a su correo por favor a el le gusta que le lean, ya que es dificil encontrar libros braille aqui, por favor no te olvides de nosotros mi nombre es olga y el de mi hijo es René, y su correo es estradita_555@hotmail.com somos de Mollepata-Cusco-Perú. Cuidate!