miércoles, 14 de septiembre de 2011

EXPRESIÓN...3ª PARTE

DE LA SIERRA AL PUEBLO

 

El matrimonio Martínez Agudo dispuesto a comenzar una nueva vida en el pueblo.

 

-¿Qué haces mujé mía tanto rato en la calle?

-Na, hombre mío, hablar con Inés.

-¿Y pueo yo sabé lo que habláis con tanto detalle?

-Na que tú no pueas sabé.

Entre tú y yo nunca hubo secretos,

ahora venía a decirte de qué trata mi proyecto.

-Pues déjalo caé mujé

lo que lleváis entre manos

que desde que vinimos al pueblo,

los vecinos paecen tus hermanos.

-No exageres hombre,

que hablar con la vecina

no es ná malo

y ella habla tan fina...

Y yo más rústica que un palo.

Porque tú sabes que es verdad

que paecemos palos sin pelar

de corteza esquebrajá

ocultando la calidad

de la madera que llevamos dentro

porque aunque no sepamos hablar,

es sano nuestro sentimiento.

-¡Pero qué cosas dices, mujé!

Nunca antes hablabas así...

-Pues mira, otra cosa te voy a decir.

-Ay Paquita, tus ojos me dan mieo,

¿Qué me vas a decir de nuevo?

-No te asuste hombre mío

que yo soy mujé de mi casa

pero ya estoy cansá

que nuestra lengua sirva de guasa.

Me voy a la escuela porque quiero aprender,

ah, y tú si quieres también lo puedes hacer.

-¿Nosotros ir a la escuela?

Calla y no me hagas reír.

-Pues ya me dirás tú por qué no poemos ir.

-Pues porque no semos niños chicos que tengamos que aprender,

ya has visto tú que aunque poco sabemos,

nunca nos faltó pá comer.

-No se trata deso,

es que yo quieo sabé como sabe Inés...

Mira Juan, ¿Tú sabes lo que dice este papel?

-Claro que no.

-Ea, pues si supieras leer sabrías lo que dice el papel y...

-Calla, no digas más ná, me has convencío.

Contigo me voy al colegio,

que no quiero que de mí se diga que soy un necio.

Ahora mismo me voy al maestro pa que me ponga en la lista,

que no quieo ser menos que Inés aunque ella es mu lista.

 

-¿Da usted su premiso don José?

-Adelante, Juan.

-Aquí vengo yo a hablar con usted.

-Tú dirás.

-Pues verá,  mi mujer y yo hemos pensao en venir a la escuela

pá prender a leer y a escribir,

porque no sabemos ná de ná y claro, así no se pue vivir.

La gente se ríe porque hablamos mu mal,

pero es que nosotros semos de campo y no de ciudad.

-Eso pasa porque te comes las letras y las palabras pierden su identidad

pero cuando sepas leer, tu lengua adquirirá más calidad.

-Es que uno tiee tan buena boca,

que hasta las letras desaparecen junto con la sopa,

o sea, que yo como pan con letras como el que come pan con chorizo

o huevos con setas.

-Humor no te falta, amigo.

-Ni voluntad tampoco,

y escuche lo que le digo:

Nota tomo en este mismo momento

y usted a de ver que a la escuela vengo contento.

Voy a aprender a leer y cuando yo sepa lo que los libros llevan escrito,

hablaré como cualquier señorito.

Yo soy muy echao palante

y cuando me propongo una cosa,

no hay nada que me espante.

Y aunque me cueste trabajo perder este lenguaje mío,

desde ahora hablaré como usted

para que nadie diga que de la Sierra he venío.

Quede usted con Dios, don José.

-Hasta mañana, Juan,

no te olvides el cuaderno y la goma de borrar,

te veo muy contento y en breve vamos a comenzar.

 

Y Juan y Paquita aprendieron a leer

y con su lectura pudieron comprender,

que la inteligencia que se haya dormida,

las letras la despiertan

sacándola a la luz para que no quede perdida.

19 comentarios:

Beatriz dijo...

Que bonito tu escrito. Y que bien que hicieron los protagonistas en querer progresar en la vida. Me encanta leer y es apasionante. Un beso

rosa mis vivencias dijo...

Mientras te leía me imaginaba estar viendo interpretar un comedía teatral, divertida y con mucho humor,
por descontado que me he reído mucho, haber con que nos sorprenderás en tu próxima entrada.
Sigue con este buen humor que te caracteriza.
Un beso.
Rosa.

Piedad dijo...

Beatriz, Rosa, gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo leyendo estos simples relatos que identifican a los antiguos campesinos del sur, difíciles de entender en ocasiones, sobre todo para aquellos que estamos lejos de dichas costumbres... Pero a la vez son simpáticos porque en cada palabra va una gota de humor y gracia que solo ellos saben transmitir.

Abrazos.

Marimer dijo...

Desde luego, no solo tienes el don de la palabra en tu mano sino un humor increible. Leyendo me imaginaba a Chanel con el marido, es pura sal, la quiero un montonazo y me rio con sus salidas que ni te cuento.
Desde luego, estoy con Rosa, es una obra de teatro costumbrista que daria mucho juego. Aqui tengo amigas que hacen teatro con nuestro acento de campo canario y aunque vosotros no entenderiais la mitad de las palabras, lo hace con tanto humor que te ries solo con verle la cara.
Enhorabuena, Piedad.
Besitos, aun no me he levantado de la silla, es que no puedo abrir el PC,

Marimer dijo...

Perdoname pero me acabo de dar cuenta en tu perfil que eres invidente, con las prisas que nos caracteriza ya a tod@s, no lo habia leido.

reser dijo...

Piedad, ¡que chulo te ha quedado!.El pobre Juan no quiere seguir comiéndose las palabras y le pone remedio.
Ha sido su mujer la que lo convenció y es que esto casi siempre es así, las mujeres vamos delante en todo, somos más decididas en ponernos al día en todas las materias.
Felicidades por esta entrada tan salerosa.
Abrazos
Roser

Piedad dijo...

Marimer, gracias por tus palabras.´
Así es, soy invidente, aunque esta palabra hay un amigo que anda por aquí que no le gusta, porque dice que invidente es lo contrario de lo vidente como así es, pero a mí no me gusta la palabra ciego/a porque según dijo Tete Montolíu a su nieto, ciego son aquellos que son ciegos mentales, pero el caso es que dicho de una manera u otra no veo. Bueno, pues lo que te quería decir, es que por ese motivo no te dejo comentarios en tu blog, porque tu página es diferente a la mía y mi ordenador no me lo permite. Te agradezco tu visita. Abrazos.

Roser, ¿Pero has entendido a Juan y Paquita con su lenguaje? Porque yo casi no los entiendo, jajaja.
Gracias por leerlo.

Abrazos.

Blanca dijo...

Piedad, ¡qué buenooooooo!
Me viene que ni "pintao" para mis clases...Trabajo en un cole de adultos y hay personas que llegaron allí sin saber leer ni escribir, pero con mucho entusiasmo van haciendo camino...Te diré que son todo mujeres, a los hombres les da más vergüenza ¡no sé porque...! les haría falta a su lado alguien que les diera un empujoncito.
Si no te importa me gustaría leerlo en clase, ya me dirás.
Voy a leer las entradas anteriores.
Un beso y feliz domingo!

Piedad dijo...

Blanca, claro que no me importa que lo leas en clase, es más, me llena de satisfación saber que te ha gustado y que le puede gustar a tus alumnas y si hay algún alumno.... pero te diré que hay una cuarta parte que creo que también te va a gustar. Os adelanto que la próxima semana podréis leerla.
Un beso.

Pura Prada dijo...

Hola Piedad, Soy Pura de Vega.
Hace mucho que no escribo en mi blog y tampoco te hago comentarios, pero siempre me acuerdo mucho de ti y me gusta mucho lo que escribes.
Un abrazo y hasta pronto.

Piedad dijo...

Hola, Pura.
¡Qué sorpresa volverla a encontrar por aquí! Pues yo también me acuerdo mucho de usted y espero seguir viéndola... quiero decir, leyendo sus comentarios.
Un abrazo.

Milita dijo...

Hola, muy hermoso lo que escribiste, todo el mundo debe saber lo imprescindible, felicidades por ese detalle.Besiños Milita.

Piedad dijo...

Hola, Milita.
Así es, todo el mundo tendría que saber... Pero en aquellos años de los que habla mi relato, poca gente sabía leer, por lo menos en el Sur. El colegio de los pobres de aquella época era el campo... Pero por suerte, hoy las cosas han cambiado.
Agradezco tu visita y tu comentario.
Abrazos.

J. Teodoro P. G. dijo...

Hola, Piedad. hace tiempo que no contactamos. me hadado por leer tus últimas aportaciones y observo que, como siempre, no tienen desperdicio.
También me percato de la valentía con la que aceptas tu situación.
eres admirable.
Con afecto:
José Teodoro

Piedad dijo...

Hola, J Teodoro.
Ante todo, gracias por tus palabras. Leer vuestros comentarios es una invitación a seguir escribiendo con la satisfación de saber que estáis ahí, al otro lado de la pantalla dispuestos/as a visitarme y dedicarme parte de vuestro tiempo, lo que para mí es un placer.

Os tengo que decir, a Pura, Milita y a ti, J Teodoro, quehace algún tiempo que no pasáis por aquí, lo sorprendida que quedo porque cuando me acuerdo de alguno de vosotro/as, ese día recibo vuestra visita... ¡Es increíble pero cierto! Yo creo que tengo telepatía y os atraigo, jajajaja. Hoy por ejemplo, me acordaba de ti, J T y pensaba visitarte pero tenía que buscar tu enlace que Dios sabe en qué entrada está, y plaff, antes de tener tiempo para ello me encuentro con tu comentario. Y el de Pura y Milita me es más difícil porque en sus blogs no puedo comentar.
A todos os dejo un abrazo, para mí es muy gratificante encontraros en este rincón...

Tomi dijo...

Piedad que bien escribes y además de todo, me encanta leerlo.

No se si te habrás acordado de mi también, que también hacía tiempo que no pasaba por aquí y hoy he tenido un rato libre y me he acordado de pasar a ver que había nuevo. He leido casi todo, jejejeje, era mucho y prefiero pasar mas despacio y leer despacio algunas cosas que me han encantado.

Un abrazo grande

Tomi

Piedad dijo...

Porsupuesto, Tomi que me he acordado de ti, es más, ayer pasé por tu blog, pero como no puedo dejar comentarios ni veo tus pinturas... pues es como si no pasara aunque eso sí, siempre estás en mi pensamiento... ¿Te acuerdas del año pasado? Por estas fechas estábamos montando el libro... ¡Que nervios!
A ver si nos llamamos un día de estos...

Abrazos.

Conchi dijo...

¿Y de mí? ¿Te estabas acordando? Sé que síiii, jaja.
Me he reído mucho con tu relato, que como dicen las compañeras, bien podría servir para un teatrillo o un diálogo de un cuarteto para el carnaval.
Siempre te he dicho que me gusta cómo escribes, tu manera sencilla, directa, queriendo comunicar situaciones reales, con ese punto de humor y con un sentido positivo de la vida. Eres ingeniosa y no paras! Me encanta que seas así.
Ya te contaré sobre mi fin de semana.
Un abrazo muy grande
Conchi

Piedad dijo...

Conchi, ¿Cómo no me voy a acordar de mis amigas asiduas a este espacio al que en otros tiempos llamé Salón? Anoche estaba segura que te encontraría por aquí, jajaja. ¡Anda, que si no llegas a venir, menudo fracaso el mío!

La cuarta parte está a punto de caer, a ver si también te gusta.

Abrazos.