miércoles, 8 de diciembre de 2010

APRENDÍ A VIVIR SIN ESPINAS

Un día recibí este correo de tantos que corren por la red y hoy he querido pompartir con todos y todas vosotro/as.


Aprendí a vivir a pesar de las espinas

Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas.
A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.
Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.

Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza. La pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.
La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.
Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.
Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.
Es así, que aprendí a vivir.
Por todo ello aprende a vivir sin espinas
¡No empieces el día de hoy con las espinas de ayer!
El día de ayer y todos los días y años anteriores han pasado ya,
están enterrados en el Tiempo.
Y no puedes cambiar ya nada en ellos.
¿Te han quedado espinas?
¡No las traigas arrastrando!
Porque seguirán pinchándote cada día hasta no dejarte vivir.
Hay espinas que puedes sacudirte echándoselas en las manos a Dios.
Hay heridas de espinas que puedes curar si sabes perdonar de veras.
Pero hay heridas que no podrás curar con todo el amor de este mundo.
¡Pues, olvídate de que existen!
¡Quita el cristal de aumento que pones encima de tus desdichas!
¡Muévete, grita, llora, respira profundo y trata de ser feliz!
De cada espina que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas hemos podido tener la capacidad de tener experiencia, y luego mas adelante poder tomar mejores
Decisiones. Lo comparto con mucho amor deseando que esas espinas no se queden ahí, sino que así como se han enterrado podamos sacarlas
Autor: Desconocido

10 comentarios:

loli dijo...

Muy profundo, el autor desconocido.
De cada linea se puede sacar una
reflexión.

Piedad dijo...

Ante todo os quiero dar las gracias a todas las que habeis dejado vuestros comentarios en la entrada anterior.
Y para todos y todas que volvais a pasar por aquí os dejo un fuerte abrazo junto a mi agradecimiento.

rosa mis vivencias dijo...

Como dice el autor desconocido,debemos intentar aunque muchas veces no sea fácil,que esas espinas se nos claven lo menos posible,todo en la vida tiene un final lo sabemos de sobras,algunas nos han dejado demasiado huellas,a pesar de eso debemos afrontar la vida de frente.
Un beso.
Rosa.

Piedad dijo...

Loli, estábamos las dos escribiendo a la vez.
Gracias por tu visita.

Aprovecho el momento para decirte que me gusta mucho como escribes, poesías... etcétera.
Un beso.

Rosaaa, ¡que te piso!
Otro beso para ti.

loli dijo...

Gracias amiga,
por los animos que me das,
al menos lo intento
y pongo toda mi voluntad.

reser dijo...

Piedad que grandes reflexione del autor, para hacernos pensar.
Yo pienso que se debe de intentar dejar las espinas atrás, no sirve de nada el rencor y hacerse mala sangre, bastante hay con las heridas que dejan la ausencia de los seres queridos para perder el tiempo con los que nos ponen dificultades para hacernos daño
Preciosa entrada, gracias por compartir estas palabras del autor desconocido.

Conchi dijo...

Piedad, esta entrada es buenísima y nos viene como anillo al dedo. La he leído despacito, pero tengo que volver a leerla.
Juntas podremos hacerlo. Juntas podremos arrancarnos esas espinas que tanto nos duelen. ¿Olvidar? es difícil pero no imposible.

Me voy ya a la cama. Hoy ha sido un día intenso.
Un abrazo grande
Conchi

Isabel dijo...

Todos intentamos ser felices, aunque para darse cuenta de la felicidad que a veces nos roza también se necesita estar preparada para ella.
Un beso matinero

Beatriz dijo...

Muy bonito ese escrito. Que tengas un buen fin de semana.

Sabela dijo...

Entrar en tu casa es dejar en la puerta esas espinas que tanto abundan, ya dentro es un momento bello de relajación el que siento al leer este texto que tan generosamente quieres compartir.
Abrazos.