domingo, 7 de mayo de 2017

Amores equivocados 2º

Capítulo 2º.

 

EN EL AUTUBÚS

 

La mujer saca de su bolso el tique y lo coloca para que el chófer le tache el viaje. En el autobús solo viaja una mujer y esta va sentada en los últimos asientos del coche.

El chófer, que la conoce de verla todos los días, le saluda amable:

-Buenas tardes, Marina.

-Bueno, eso de buenas tardes habrá que verlo después, porque lo que es ahora… para mí no son muy buenas que digamos.

-¿Qué te pasa para que no sean buenas?

-Ay, Javier, ¿qué quieres que me pase? Hoy tengo yo mal día y encima tengo que trabajar…

-Anda, y yo también, no te fastidias.

-Sí, claro, pero mi trabajo es más pesado que el tuyo –contestó ella mientras avanzaba por el pasillo para sentarse cerca de la puerta de salida. Detrás de ella, pisándole los talones sube Isidro el gracioso. Paga y se sienta cerca de ella para conversar mientras dure el viaje. Al verlo, Marina exclama:

-¿Pero usted no esperaba el autobús de su barrio?

-Así es, señora. Este es mi autobús.

-¡Lo que me faltaba por oír! ¡Por si no he tenido bastante con escucharlo en la parada, ahora también lo llevo de compañero de viaje, qué barbaridad!

-Pero mujer, ¿qué le pasa? ¿Por qué está usted tan nerviosa?

-¿Se me nota que estoy nerviosa?

-Bueno, desde una legua. ¿Usted no sabe que los nervios son muy malos para la salud?

-Claro que lo sé, ¿pero qué puedo hacer, si las cosas son como son?

-Mire usted, señora. Los nervios no sirven para nada y para todo estorban. A veces nos preocupamos por cosas sin importancia y aunque nos pongamos nerviosos, el problema sigue estando ahí. Lo que tiene usted que hacer es despejar la mente y no pensar tanto en eso que le atormenta. Seguro que si lo hace así, cuando pasen unas horas lo verá todo con otro color. Hágame caso y verá que tengo razón. Óigame, que se lo digo en serio. Yo he ido a ver a mis padres y la verdad es que me he venido muy preocupado. Mi padre está de las piernas que no puede dar un paso y hoy he visto yo a mi madre un poco rara… Parecía desorientada… No sé… algo le pasa en su cabeza que no es normal.

Siempre voy andando, pero hoy me ha dicho mi mujer: ven pronto que tenemos cosas que hacer. Y total, ya me dirá usted que faena hay en una casa que no hay niños ni personas mayores a quien atender, que se ordena el piso por la mañana y nos vamos a trabajar. Cuando volvemos al mediodía todo está en su lugar.

-Claro, cuando no hay nadie que ensucie, hay menos trabajo. Yo tampoco tengo niños pero existen otros problemas que no tienen nada que ver con las labores de la casa.

-Vamos a cambiar de conversación a ver si se anima un poco. , ¿Sabe usted lo que le dice una zapatilla a la otra?

-Ah, ¿pero las zapatillas hablan?

-Mire que es usted esaboría… qué poca gracia tiene, de verdad, con lo gracioso que soy yo.

--Perdone usted. ¿Qué es lo que le dice una zapatilla a la otra?

-Va, hasta me va a contagiar y todo su mal humor.

-Lo siento, no era mi intención. Dígame eso tan gracioso, que voy a intentar escucharle.

-Lo que le dice una zapatilla a la otra es: ¡Qué vida más arrastrada llevamos!

-Jajaja. Más o menos como yo.

-¿Y quién no tenemos un problema en nuestra vida…? Uno no, dos, tres y hasta más… La vida en sí ya es un problema.

 Así que intente pasarlo bien y dar gracias por lo que tiene.

-quizá tenga usted razón. Bueno, yo me bajo aquí. Gracias por sus consejos.

-Adiós, mujer. Ah, y eche por la sombra, que por el sol se derriten los bombones.

-Gracias por el significado del piropo… porque supongo que lo tengo que tomar como un cumplido ¿no?

-Así es. Madre mía, si con lo guapa que es usted fuera simpática como yo, no se podría aguantar la gracia, ¡ea!

-Jajaja, adiós, simpático.

-Sí, sí, usted se ríe, pero le voy a mandar una arroba de sal, que se le vea el salero nada más empiece a hablar. Anda, esaboría, que no tienes más gracia que la que tiene el día… Y digo yo, ¿por la noche será todo reproche…?

 

Piedad Martos

 

11 comentarios:

Piedad dijo...

Ante todo, gracias por vuestros comentarios en la entrada anterior.

Y como no, felicidades a las madres que pasen por aquí. Aunque madre eres todas las horas del día y todos los días del año,
el que tiene madre, tiene un regalo...

Abrazos.

CHARO dijo...

Vaya con el pesao, que se ha colado en el bus para seguir dándole la bara a la pobre mujer que por lo que veo tiene serios problemas.....supongo que continuará.Besicos

Lola Barea dijo...

Bueno, y el de los chiste también en el autobús de la señora.
Hola Piedad, me gusta tu relato, esperemos hasta su final para opinar de los dos protagonistas.
Abrazos amiga.

Lola Barea.

Anónimo dijo...

Pesadito el señor pero le arranco una risa a la señora arrastrando las zapatillas.
la vida es amarga bastante para lo que dura, mejor tomarla con tequila y un pizco de sal.
Gracias Piedad por este ratico de humor.
Una buena semana y un abrazo.
Ambar

Kasioles dijo...

Hay días en que uno se levanta con mal pie y ni el gracioso de turno nos puede cambiar el semblante.
Pese a todo, consiguió que sonriera.
Espero más capítulos, la historia promete.
Ha sido un placer encontrar tu espacio.
Cariños y buena semana.
kasioles

Conchi dijo...

Hay personas que son esaborías tengan problemas o no y las que son simpáticas alegres a pesar de las adversidades. Lo que sí es cierto y todas hemos comprobado es que se vive mucho mejor tomándose las cosas con humor y con una sonrisa.
Te dejo un fuerte abrazo y espero leer pronto el siguiente capítulo!
Conchi

Conchi dijo...

Cuando nos desveles los problemas que tiene la señora, posiblemente entendamos su mal humor.

Un abrazo.

PEPE LASALA dijo...

La señora no tiene muy buen humor que digamos... veamos si evoluciona. Un abrazo Piedad, y buen fin de semana.

Marina Filgueira dijo...

¡Hola, Piedad!!!

Me encanta el relato, ahí está Isidro... ER, que ER, y seguro que acaba sacándole el mal humor a la señora. Además… Con el piropo de los bombones, haber quien se resiste… Creo que todo va sobre ruedas .
Te dejo mi felicitación, mi gratitud y estima, reina.

Un abrazo y feliz fin de semana.


Marina Filgueira dijo...

Mil gracias, Piedad: eres un solete. Ten un feliz sábado, y todos los días de tu vida.

Un besito.

rosa mis vivencias dijo...

Hola Piedad.
Ciertamente quien no tiene algún que otro problema, o mas! en ocasiones no es fácil evadirte de ellos, aunque tampoco nos lo solucionan que vayamos con ese mal humor que tiene Marina, la vida es así, intentaremos aprender de Javier.

Un abrazo.
Rosa.