miércoles, 27 de abril de 2016

ESTA SERÍA MI CADENA

A menudo recibo mensajes con oraciones o plegarias, en los que indican lo que hay que hacer para recibir la bendición de Dios o de la Virgen.

Se tiene que mandar a un número determinado de personas para no romper la cadena.  Pocas horas después recibirás una buena noticia o serás premiado, por decirlo de alguna manera, con algo especialmente maravilloso. Pero si dejas de enviarlo y rompes dicha cadena, algo malo te pasará…

 

¿Realmente crees que Dios castiga por romper una cadena inventada por alguien que juega con el temor de las personas supersticiosas? Si eso fuera así, ¿qué castigo recibiría el que mata y destroza la vida a personas inocentes?

 

No, Dios no castiga, en todo caso, Dios premia, porque según nos enseñaron desde pequeños, Dios es bondadoso. Aunque a veces parezca que Dios no exista, él está ahí guiándonos por el camino de la fe y la bondad.

 

El que nos persigue siempre es nuestro destino, que se empeña por extorsionar nuestro camino y a veces nos lleva a situaciones dolorosas e irremediables, que no entendemos por qué suceden.

Las cosas pasan porque tienen que pasar, pero no por obra de Dios.

 

A mí, me castigó el destino cuando aún no conocía la maldad de la vida y mucho menos había roto ninguna cadena. Vino en mi busca una, dos, tres veces, hasta que caí en sus garras haciéndome presa de su capricho, pero no por eso me venció.

Es verdad que a veces me pregunto ¿dónde estaba ese día mi ángel de la guarda? Pues seguramente que estaría protegiendo a otros niños.

Cuando llegamos a esta vida venimos con una etiqueta que nadie puede leer, pero que se cumple lo que en ella va escrito, así que todos aquellos que creen en lo contrario y mandan dichos mensajes, yo les pediría que reflexionen en lo que dicen.

No me molesta recibir textos que hable de Dios y de la Virgen y hacer una cadena… Pero una cadena infinita y que sus eslabones sean corazones bondadosos en los que reine el amor y la solidaridad y llegue a todos los rincones del mundo llevando paz y armonía.

 

Así sería la cadena que yo haría. Una cadena de corazones bondadosos donde no se conozca el odio, la envidia, la venganza, el interés… Y tantas cosas más.

¿Te unes a ella?

 

Si no me dejas un comentario  no sabré si ha sido de tu agrado.

 

 

5 comentarios:

Piedad dijo...

Pues sí, espero vuestros comentarios los cuales agradezco de todo corazón.
Que Dios os ilumine y os de su bendición.

Abrazos.

Conchi dijo...

Piedad, corazón tan grande como el tuyo hay pocos. No te voy a decir que eres única, pero casi.
Estoy totalmente de acuerdo en lo que has escrito y tu propuesta de hacer esa cadena, es maravillosa. ¿Por qué no intentarlo? Si amenazas, sin miedos, con generosidad y valentía. Como tú eres, ejemplo a seguir.

Te dejo un fuerte abrazo
Conchi

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

A ver dónde está mi eslabón en esta cadena que no me quiero quedar fuera.
Un abrazo grande grande.

rosa mis vivencias dijo...

Piedad, me parece una magnifica idea, ojala todas las cadenas que recibamos sean como la que tu propones.
Me siento muy orgullosa de ti y de tu forma de ver la vida, a pesar de todo lo que te ha tocado vivir, siempre ves la parte positiva de las cosas.

Un fuerte abrazo.
Rosa.

reser dijo...

Piedad, tampoco creo en estas cadenas...en la que nos propones,si.
Como tu, creo que el camino de la vida lo tenemos destinado desde que nacemos. Lo podemos andar por senderos más o menos rectos o tortuoso, pero al final acaba donde el destino nos tiene reservado.
Amiga, una reflexión magnifica. !Eres una gran persona!!
Abrazos.
Roser