martes, 30 de septiembre de 2014

ANSELMO EL PASTOR 4

LOS OJOS DE MIS SUEÑOS

 

Capítulo 

 

Anselmo, sonriente, entró en la habitación de su hermano.

-Me ha dicho madre que estás casi igual que ayer, ¿es cierto?

-Más o menos. La tos me tiene molido  y creo que todavía tengo fiebre.

-Bueno, no te preocupes, es pronto todavía.

-Oye, ¿qué es eso que me contaste el otro día de los ojos de tus sueños que me dejaste intrigado?

Anselmo cogió una silla, se sentó al lado de la cama y comenzó a narrar el relato de sus sueños.  Eduardo escuchaba con atención.

-Qué extraño es todo, ¿no? Parece un cuento de hadas. ¿Qué piensas hacer?

-La lluvia parece que nos va acompañar todavía unos días, así que mientras tengamos este tiempo iré yo con la leche al pueblo. Mientras, tú te recuperas del todo, por si tengo que recurrir a ti.

-¿A mí? Mira, hermanito, a mí no me involucres en tus sueños que eso me da miedo.

-¿No comprendes que esos sueños son parte de mi destino, que en ellos va mi futuro?

-No sé, no sé, ahora no tengo la cabeza para pensar, creo que me está subiendo la fiebre otra vez.

-Mañana hablaremos, ahora descansa.

 

Juanita, la criada, siguiendo las órdenes de Alba, montaba guardia detrás de los visillos de una de las ventanas, y cuando vio que solo quedaba una persona por despachar, se envolvió en el mantón y se fue a la habitación de la joven.

Al oír la puerta, Alba dio un salto y se puso en pie.

-¿Has hecho lo que te pedí?

-Sí, piensa bien lo que vas hacer, si nos descubren... ¡No quiero ni pensarlo!

-No temas, mujer, todo irá perfecto.

La criada se desnudó y le pasó la ropa a la joven, ésta se la puso rápidamente y salió de la alcoba cerrando con llave la puerta. Protegida con un pañuelo en la cabeza que casi no se le veía la cara, y el mantón por encima rodeándole el cuello que le cubría todo el cuerpo, salió de la casa en dirección a la lechería. Al llegar al porche se retiró con la mano el pañuelo del rostro para dejar al descubierto los inconfundibles ojos azules, que chocaron con la mirada de los ojos negros de Anselmo, ansioso por volverlos a ver.

-¡Los ojos de mis sueños!

Los que me iluminan noche y día,

por los que vivo y muero al mismo tiempo,

los que me dan la vida y la agonía.

-Sírveme la leche, por favor. Estoy presa en mi propia habitación. Si descubren que he salido no nos volveremos a ver. Me han comprometido con un viejo millonario que ni siquiera lo conozco.

-¡No! –exclamó él.

-Antes me meto a monja, ya ves lo que te digo. Si me pasara algo, Juanita te haría llegar una notificación.

 

Diciendo esto, Alba salió del local para perderse de nuevo por la puerta del servicio de la casa grande. Con paso apresurado entró en la cocina, dejó la lechera sobre el mármol, y con la cabeza agachada por miedo a encontrarse con don Francisco, cruzó rápido el pasillo hasta su habitación. Abrió la puerta y la cerró tras de sí, parándose unos instantes para respirar hondo, el miedo a ser descubierta le hizo fatigarse.

 

5 comentarios:

Piedad dijo...

¿Estamos preparados sentados ante la pantalla, en este caso del ordenador? ¿Sí? Pues vamos a seguir con el relato, jejeje.

Antes de nada os quiero dar las gracias a todos y todas por vuestros comentarios de la entrada anterior, ¡me encanta leeros!

También quiero darle ánimo a mi prima Piedad, que yo sé que pasa por aquí aunque lo hace en silencio, pero lo hace luchando por superarse y dejar a tras todas las dificultades que le persiguen.
¡Ánimos, Piedad, yo sé que lo vas a conseguir!

Abrazos para todos y todas.

hortensia Alcala dijo...

Me encanto leerte, un cordial saludo.
Hortensia

rosa mis vivencias dijo...

Piedad, capítulo esta de lo más interesante, esos sueños se tendrán que hacer realidad algún día, mientras tanto espero semana tras semana, para leer un capítulo más.

Desde aquí también quiero darle ánimos a Piedad y, espero se recupere muy pronto. Un abrazo Piedad.

Abrazos.
Rosa.

PEPE LASALA dijo...

Me ha encantado Piedad, la verdad es que los capítulos llevan su curso y nos vamos metiendo en la historia. Muchísimo ánimo a tu prima. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

Beatriz dijo...

Me gustó mucho este capítulo también. Eres una gran escritora. Te deseo que tengas un hermoso fin de semana