viernes, 25 de febrero de 2011

LIBERTAD PARA UN PAJARILLO

Érase una vez un alegre pajarillo que vivía en una cómoda y hermosa jaula, en la que no le faltaba nada, pero al verse enjaulado anhelaba la libertad. Miraba el horizonte a través de la reja de su aposento y sentía envidia al ver como volaban otras aves que disfrutaban de ella, al tiempo que se preguntaba qué habría al otro lado del horizonte y sentía unas ganas enormes de llegar hasta allí. En ocasiones, cuando alguien dejaba la puerta de la jaula abierta volaba a los alrededores de su habitáculo, pero pronto volvía otra vez a ocupar su lugar, porque aquella no era la libertad que él anhelaba, ya que era una libertad que él se tomaba y por lo tanto no se sentía satisfecho. No sabía quién se la había robado, quizá fue el destino de su vida el que lo introdujo en aquella jaula donde estaba condenado a vivir, y sabía que había muchos más pájaros que estaban en sus mismas condiciones , es decir, presos en jaulas similares pero eso no le confortaba en absoluto, él solo quería volar...volar alto y soñar . De pronto, un día cuando se levantó encontró la puerta abierta porque alguien le devolvía la libertad que había esperado tener toda su vida y empezó a salir de su bonita y lujosa jaula, pero cuando quiso volar hacia el horizonte perdido, tuvo miedo, mucho miedo de volar a lo desconocido. Tal vez no tendría fuerzas para emprender su aventura y ya no le interesaba saber qué había al otro lado. Y mientras seguía mirando a través de la pequeña reja, se preguntaba el porqué de su desinterés: ¿Sería viejo para volar...? o ¿Significaría que al gozar de la libertad ya no la deseaba?
Tal vez se había acostumbrado a vivir enjaulado y no sabía vivir de otra manera...

13 comentarios:

reser dijo...

Hola Piedad, bonita entrada. Siempre encontramos a faltar lo que no tenemos,pero a veces no somos lo suficientemente valientes para ir a buscarlo, nos amoldamos a lo seguro.
Un abrazo
Roser

Piedad dijo...

Una vez más os doy las gracias a todas que habeis dejado vuestros comentarios en la entrada anterior.
Vuestras palabras es el alimento de este blog para seguir en pie...
Además de ser confortable para mi satisfación como autora de este espacio.

Os dejo un abrazo...

Piedad dijo...

Roser, estábamos escribiendo las dos a la vez. Gracias por tus palabras.
Un beso.

rosa mis vivencias dijo...

Hola Piedad,
¿No sera que el pajarillo se había acostumbrado a vivir entre algodones y ya no le intensaba volar? o tal vez como dices, tenia miedo a lo desconocido,nos quedamos con la incógnita.
Un beso.
Rosa.

Beatriz dijo...

Muy buena tu publicación. A veces hay que tener cuidado con lo que se desea porque cuando por fin se da, no sabaemos que hacer con ello que creíamos que deseábamos. Muy bueno. Un beso y buen fin de semana.

Blanca dijo...

Nos acomodamos a lo que tenemos,a la forma de vida que llevamos...pero es imposible vivir sin sueños.
Muy bonito este relato, Piedad.
Pasaba también a darte la enhorabuena por tu próxima presentación del libro para el día de la mujer.¡Felicidades!!!
Pasaba también a dejarte un fuerte abrazo.
Bss

Conchi dijo...

Piedad, muy bueno tu cuento, micro-relato con mucho contenido. Nos has llevado a pensar, pero pueden ser tantas las respuestas a tus preguntas... Depende, todo depende...
Creo que lo importante es que este pajarillo se sienta feliz con lo que tiene, salga o entre, vuele o se tumbe, ya que la verdadera libertad está en el interior. (¡Digo yo!)Supongo que poco a poco se acostumbrará a vivir en la jaula con la puerta abierta para poder salir cuando quiera sin tener que volver de prisa y corriendo.

En serio, que me ha gustado. Se podría hasta hacer un debate sobre el tema, ¿no crees?

Amiga, me ha dado mucha alegría ver el anuncio de tu libro en el periódico y no quería dejar de compartirlo con las amigas de la plaza. Ojalá pudiéramos estar todas físicamente ahí contigo ese día. Sabes que estaremos con el corazón y el pensamiento, y como con él podemos volar pues hasta ahí nos iremos el día 9.

Un abrazo muy grande
Conchi

Piedad dijo...

Rosa, Beatriz, blanca, conchi, gracias a todas por vuestra visita y vuestras palabras, las cuales son el alimento para este espacio, como ya he dicho en anteriores comentarios...

Conchi, Blanca, yo también os veré en mi imaginación delante de mí el día nueve, porque sé que estareis ahí con el pensamiento.
Gracias a todas por vuestros buenos deseos.
Os pondré al corriente de todo... Además, vendrá Margarita con su cámara... y ya os podeis imaginar... lo celebraremos en la plaza con chocolate a la taza jajajaja.

Abrazos para todas.

Kety dijo...

Buena reflexión en tu cuento

mi anterior comentario se ha borrado

Piedad,un abrazo

Ferma dijo...

Hola Piedad! soy la hermana de Trini, felicidades adelantadas por la presentación del dia 9.Como te comente en el e-mail es como si ya te conociera pués Trini me ha hablado mucho de ti y de vuestros encuentros en la plaza...
Un abrazo!

Ferma dijo...

Hola Piedad! soy la hermana de Trini, elicitaciones adelantadas por la presentación del dia 9, tal y como te mencione en el e-mail, es como si ya te conociera pués Trini me hablado mucho de ti y vuestros encuentros en la plaza...
Un abrazo!

Gloria dijo...

Hola querida Piedad, que bonito relato. A veces a los humanos tambien nos ocurre eso.
Un gran abrazo amiga mia.
Gloria

Piedad dijo...

Keti, gracias por venir. Pues a mí también me pasa eso muchas veces, que pierdo el comentario y me da una rabia...

Ferma, bienvenida a mi blog, me alegra mucho verte por aquí. Yo también es como si te conociera, pues conociendo a Trini lo buena persona que es, me imagino como eres tú. gracias por venir.

Gloria, el miércoles nos vemos, ¡Qué ilusión!

Besos para todas.