martes, 10 de agosto de 2010

MES DE OFERTAS

SUENA EL TELÉFONO

-¿Diga?
-Buenas tardes, mi nombre es Sandra y llamo de Aseguradora D K V.
-¿Que me va a asegurar la decaúve? Mire señorita, ni tengo decaúve ni la quiero. Ni siquiera tengo bicicleta...
-Perdone señor, tal vez no me he expresado bien. Somos Seguros D K V y esta semana estamos en su ciudad para darnos a conocer, y para ello tenemos una oferta del cincuenta por ciento de descuento al hacerse cualquier seguro: Seguro del hogar, seguro de vida...
-¡Ah! ¡Un seguro de vida! Mire señorita, eso sí me conviene. ¡Asegurar la vida es muy importante! Y pregunto: ¿Y ese seguro sería para siempre o solo por unos años?
-Creo que el señor no me ha entendido, la vida por desgracia no se puede asegurar. Se trata de un seguro para cuando usted muera que su esposa pueda cobrar una cantidad de dinero que le ayude a vivir más desahogadamente.
-Pues qué gracia, ¡No te jorobas! Un seguro de vida para después de muerto que lo disfrute mi mujer. Como usted bien dice, la vida no se puede asegurar, ¿Entonces por qué le llaman un seguro de vida?
-Sí, tiene razón. Le explico...
-No, no me explique nada. Escúcheme señorita, no estoy de humor para seguir oyendo sus ofertas que segur...
-También disponemos de seguros de defunción que cubre todos los gastos que conlleva un funeral.
-¡Lo que me faltaba por oír! ¡Un seguro de muerto, cuando la muerte es lo más seguro que tenemos! Mire señorita, estoy esperando una llamada que para mí es mucho más importante que sus ofertas, así que...
-Pero escúcheme señor...
-Escúcheme usted a mí, cuando me muera que me entierren si quieren y si no que hagan lo que quieran conmigo. Buenas tardes.

Pasa un rato y de nuevo suena el teléfono.

-¿Diga?
-Hola, buenas tardes. Mi nombre es Luís Alberto y le llamo porque su número de teléfono ha sido agraciado para que usted pueda disfrutar de nuestra oferta. ¿Tiene ADSL en casa?
-Pues la verdad es que no lo sé exactamente, porque yo no me fijo nunca en las tallas. Creo que yo gasto la XXL o tal vez sea la LLX.
-Sí, claro, comprendo. ¿Pero usted dispone de Internet en casa?
-Pues no sé decirle.
-¿Y no le gustaría navegar por la red?
-Jaja, ¡qué gracioso es usted, navegar yo con la red! Mire caballero, yo no navego por varias razones. Primero porque no soy pescador para ir navegando con la red. Segundo, a mí me gusta ver el mar desde la orilla sin acercarme demasiado y tercero, yo ya soy muy mayor para navegar. Así que le agradecería que deje el teléfono libre porque estoy esperando una llamada muy importante para mí.

Qué barbaridad, las cosas que tiene uno que oír. Parece que se hayan puesto de acuerdo para decir tonterías, porque no son más que tonterías querer saber qué talla gasto o si navego. ¿Qué le importará a ellos mi vida?...

De nuevo el teléfono.

-¿Diga?
-¿Pedro? Soy Inés.
-¡Ah, Inés! Estaba esperando tu llamada.
-Perdona el retraso, es que desde que tengo Internet se me va el santo al cielo porque cuando empiezo a navegar por la red y encuentro tantas cosas interesantes se me olvida todo. En media hora nos vemos en el lugar acordado y después ya podemos pasear o lo que queramos, porque ya no tendré prisa para volver.
-¿Has dicho navegar?
-Sí, claro. Ya te he dicho que me he puesto Internet.
-Ahora comprendo...
¿Qué habrá pensado de mí ese caballero? Habrá pensado lo que soy, un viejo analfabeto.
-¿Decías algo?
-No, nada, nada. Pensaba en voz alta. Luego nos vemos...

12 comentarios:

Beatriz dijo...

Que bien expresado todo. Le quiren vender un seguro de vida como si la vida se pudiera asegurar. Y com omolestan con el teléfono. Yo supuestamente ya me gané un montón de autos y ofrecen de todo y nos hacen perder tiempo. Te mando un beso grande Piedad.

Conral dijo...

Qué bueno, Piedad. Últimamente están pasándose con las llamaditas de teléfono. Creo que tienes tema para rato!!! Y como lo expresas con ese sentido del humor es un placer leerte.
Sigo pensando que te deberían contratar para escribieras los textos para los cuartetos en carnaval, jeje. haces crítica y sacas la sonrisa. No todo el mundo sabe hacerlo.
Un abrazo muy grande y calurosooo.
Conchi

Anónimo dijo...

Celebro que tengas tanto humor para atender esas inoportunas llamadas, porque yo al momento les corto mandandolos al carajo.Pero la verdad es que estas muy graciosa en tus comentarios y sabes hacer buena critica de ellos con este humor caracteristico tuyo.
Saludos y un abrazo muy fuerte

Conxita dijo...

Perdon Piedad ,me he equivocado el anonimo soy yo.

Conxita dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rosa mis vivencias dijo...

HOLA PIEDAD;Toda la vida juntas y nunca dejas de sorprenderme,la facilidad que tienes de expresarte ,tu espontaneidad,tu buen humor,la manera de ver la vida, hace que simplemente seas como eres,sencilla y trasparente como solo tu sabes ser.La entrada !genial!.Un beso.
Rosa.

Sabela dijo...

Piedad sigue con este humor que da vida, pues si la risa es vida, tú con tus palabras ya me la diste...
Abrazos.

J. Teodoro P. G. dijo...

¡Qué bien pintas la situación! Buena literatura y un gran sentido del humor. Así hay que afrontar la vida.
Que termines bien el día.
Con afecto:
JTeodoro

Mariaisabel dijo...

Amiga Piedad, que gracia me ha hecho, que buen humor...jajjajaa
La verdad es que las llamaditas que tenemos a diario son para molestarse un poquito. Además, le encanta llamar a la hora de comer, supongo que para asegurarse que estamos en casa.
Muy bueno, Piedad.
Feliz finde
Mariaisabel

Piedad dijo...

Beatriz.
Conchi.
Conchita.
Rosa.
Sabela.
J Teodoro.
María Isabel.
Gracias por seguir leyéndome. Esta es mi manera de ver las cosas, en este caso las llamadas ofreciéndonos las ofertas del día, y es verdad que cuando te dicen esos nombres que además yo no estoy altanto de ellos, parece que te digan otra cosa, como la marca de una furgoneta...
Pero también pienso lo difícil que debe ser para esas personas que están al otro lado del hilo telefónico para hacer su trabajo y poder sacar su sueldo adelante, porque si no vende, tampoco cobrarán y eso también tiene mucho en qué pensar y para escribir otro tanto... Pero llega un momento que te cansas, porque claro, no puedes comprar todo lo que te ofrecen....
Abrazos...

Kety dijo...

Piedad, eres fabulosa, tiene razón Conchi, deberías escribir para los carnabales.

Un fuerte abrazo

loli dijo...

Piedad, no quisiera que me consideres una fresca, pero acabo de pasar un rato bueniiiiisimo con tu comentario sobre el mes de las ofertas.Lo describes con una claridad que parece verídico.Tienes que deleitarnos con ese talento que Dios te dió, porque te aseguro que seguiré tu blog, al cual llegué por una equivocación de Rosa. Que Dios te bendiga.