domingo, 11 de mayo de 2008

UN CUENTO

POR NUESTRO PLANETA

Ilusionada por la sorpresa que sin duda iba a dar a su nieta, doña María sube jadeando la escalera del primer piso, abrazando con ambas manos un voluminoso paquete que deja caer en el suelo del descansillo mientras sonriente pulsa el timbre de la vivienda. Unos segundos después se abre la puerta apareciendo tras ella la silueta de Raquel, que como bien pensó la abuela, se llevó una gran sorpresa.
-¡Abuela qué sorpresa! Exclamó la joven que se abrazó al cuello de su visitante para estrecharla carñosamente junto aella.
-¡Hola hijita! –respondió doña María.
-¡Pero no te quedes ahí, pasa pasa!.
Doña María coge el paquete y una vez en el salón se lo da a raquel.
-¿qué es?
Ábrelo, es para ti.
Raquel desenvuelve el paquete con el mismo intusiasmo que cuando era niña deseosa de descubrir lo que había en su interior, pero tal fue su sorpresa que no pudo evitar otra exclamación de desconcierto.
¿Pero qué es esto abuela?
-Ya lo ves, son cubos de basura.
-Sí, eso ya lo veo, ¡pero qué pretendes? ¿piensas que hago colección de cubos de basura?.
La joven saca un cubo de dentro de otro y otro y otro, 1, 2, 3, 4, 5, 6.
-es una broma ¿verdad abuela?.
-No hijita, no es ninguna broma, ahora vives en tu casa y tienes que aprender a reciclar. Mira, es muy fácil, para la materia orgánica, papel, plástico, cristal, latas Y la basura que no se recicla.
-sí, todo eso está muy bien, ¿pero crees que yo tengo tiempo para ir separando una cosa a un lado y otra al otro? Además, ¿Dónde quieres que coloque tantos cubos? ¡no tengo sitio!
-Cuando te acostumbres te será fácil, es cuestión de paciencia y ganas de hacerlo, y los puedes colocar en la galería.
-¿en la galería? ¡Pero si no quepo yo, como voy a colocar tantos cubos!.
-Mira, aquí en este rinconcito.
-ahí solo cabe uno y los otros ¿Dónde los pongo? Dime ¿dónnde los pongo?.
-colgados hijita, colgados. Haz que te pongan unos clavos aquí en este rincón como te he dicho y los colocas uno sobre otro. te tienes que acostumbrar a reciclar,es muy importante, es necesario hacerlo por nuestro planeta, por los que vienen detrás, por tus nietos y los nietos de tus nietos.
-¿Y tú crees que porque yo recicle la basura se va a arreglar el planeta? La mayoría de la gente no lo hace, ¿por qué lo voy a hacer yo?.
-Pero sí podemos frenar la destrucción del mismo, estamos destruyendo nuestra vida propia. Mira Raquel, si todo el mundo aportáramos un granito de arena, podríamos hacer una montaña. Nunca cojas como ejemplo a las personas que no obran como es debido, tienes que aprender a diferenciar entre lo que está bien y en lo que no, e inculcar a essas personas que lo hagan también, que miren por el futuro, por el bien de todos.
Pero aún quedaba algo más que la joven todavía no había llegado a descubrir, apartó los cubos mientras reflexionaba en silencio con las palabras de su abuela todavía en los oídos. Al girarse llevó la mirada al paquete todavía por descubrir, y con una sonrisa dibujada en suslabios, volvió a desenvolver mientras exclamaba de nuevo mirando a su abuela que la observaba.
-¡ay ay abuela! ¡contigo no hay quien pueda!.
Raquel retiró el papel y cuando vio lo que era, no sabía qué hacer, si reir o enfadarse por las ocurrencias de la mujer.
-¡Una cesta! ¡no me irás a decir que esto también es necesario para nuestro planeta!.
-Pues claro que sí hijita. La cesta es necesaria para ir al mercado, antiguamente, siempre se iba con la cesta y no pasaba nada, es más, yo todavía la uso y la seguiré usando mientras pueda ir a hacer la compra.
-¡No digas tonterías abuela que eso ya no se lleva! Es más fácil ir sin nada, allí te dan bolsas, todas las que necesitas y no tienes que ir con el cesto.
-¡será posible que no entiendas lo que te quiero decir! Estoy de acuerdo que en el mercado dan todas las bolsas que necesitas, pero volvemos a empezar otra vez. Cuantas más bolsas te den, más se a de reciclar, ¿no será mejor ir con cesta…?
-¡no seas anticuada abuela!
-Sí sí, yo seré anticuada pero todas las antigüedades están muy bien pagadas, eso quiere decir que lo antiguo vale mucho, por lo tanto tienes una abuela de mucho valor.
La joven rió mientras la abrazaba de nuevo.
-¡gracias abuela! ¡y perdóname, pero nos hemos acostumbrado a ser cómodos, lo reconozco!.


Esto es solo mi deseo que transmito através de este cuento imaginado, fruto de mi fantasía.

4 comentarios:

Sabela dijo...

Bien por el cuento. Yo soy partidaria de reciclar (conste que lo hago)lo mismo que de no tirar nada al suelo, pero yo ví, no una sola vez, sino varias que, un camión de los que recogen la basura, echaba en el mismo compartimento, el contenido de un contenedor amarillo y de otro verde... ¿cómo se separan los materiales?... ¿son camiones inteligentes...?, supongo que a los vecinos de esa ciudad donde estan situados esos contenedores no les hables de reciclar...
Por propia experiencia os digo que cuesta poco hacer esta separación de residuos y se gana mucho.
Abrazos.

Katina dijo...

Hola Piedad , eres bienvenida cuando quieras pasar por mi casa.

He leìdo con atenciòn tus letras y la verdad es que debo reconocer que poco hacemos por este plabçneta y esta maravillosa tierra que nos ha sido regalada.
Acà en Chile , algunos barrios acomodados tienen contenedores para el vidrio , el plastico y lo demàs , muy bonitos y decorados .

Pero en la mayorìa de los sectores, no existen y dejamos toda la basura junta.
Lo de las bolsas es un buen dato , el tan dañino plastico que se demora tantos años en reciclarse y se sigue usando .
Un buen cuento que nos invita a la reflexiòn acerca de que queremos para nuestros hijos y nietos en el futuro.
Si juntàramos todas las manos en una misma direcciòn , todo serìa màs fàcil y tendrìamos mejor calidad de vida.
Un fuerte abrazo y mis cariños.

Yeli dijo...

Hermoso tu nuevo espacio y hermoso tu estilo de compartir tu interior a través de tu escritos. Yo también soy algo nueva en el sistema y me apasiona la lectura y escribir.
Un abrazo
Yeli

Piedad dijo...

¡Hola Ieli! bienvenida a mi blog. espero verte por aquí y que te guste mis escritos. Quiero que sepas que yo también visito el tuyo aunque no te deje comentarios, pero como ya sabrás, soy invidente y tu blog me pide un código que mi ordenador no me lee, por lo tanto yo no puedo ponerlo y es ese el motivo por lo que no me deja publicar, pero desde el mío te mando un saludo. Un beso.